Los recuerdos son de agua

Los recuerdos son de agua y a veces salen por los ojos...

PARTE I

Se viene el día de la madre y la nostalgia me embarga, el día de hoy les contaré lo que pasó hace 9 años, lo dividiré en partes porque no puedo escribirlo todo ahora. Escribiré esto porque quiero que se den cuenta de lo que tienen ahora, las personas que los acompañan y quienes de verdad los apoyan. Una madre es incondicional, ella te amará hasta que su corazón deje de latir...

05 de Febrero

Puedo empezar diciendo que era un día cualquiera, pero no fue así, no fue un día cualquiera, fue el día en el que le dije adiós a mi madre, recordé a la perfección que yo estaba en mi clase de piano, alguien vino a sacarme a la mitad de la clase, recuerdo estar sentada en el taxi sin saber a donde me dirigía, hasta que paramos en ese hospital, ese lugar que me había causado pesadillas, con el único temor en ese entonces, perder a mi mamá.

Llegamos a tal lugar y me esperaba mi papá acompañado de mi tía,  los vi muy angustiados y cuando me miraban lo hacían con dolor. Sabía que no podía subir a ver a mi mamá porque tenía 11 años y no lo permitían, hasta que mi tía habló con el vigilante de la puerta y le dijo algo que jamás olvidaré "su mamá está agonizando", al escuchar eso empujé al vigilante y subí corriendo los 7 pisos, subía las gradas de dos en dos, con lágrimas en los ojos, para nada cansada de lo que corría, sino completamente destrozada. Llegué al séptimo piso, empujé a quien me estorbaba y llegué a esa habitación, entré y la vi ahí, como nunca, de la peor manera, era destrozante verla con una mascarilla de oxígeno, con los ojos hundidos, pálida y con dolor en los ojos. Al verla así me acerqué a ella y  solo lloré, no podía llorar bien por lo agitada que estaba, ella me miró y vi como caía una lágrima por su mejilla, la abracé y ella me susurró al oído "te amo", al escuchar eso se me vino a la mente nuestras peleas y me pareció tan estúpido pelear por tonteras, que lo único que atiné a decirle fue "discúlpame por todo, te amo". La abracé y sentí sus huesos salidos, su piel tibia y suave, sabía que era la última vez que la abrazaría.

Estuve un largo rato a su lado observándola y sosteniendo su mano, quería guardar un último recuerdo de ella, miraba la ventana y el clima iba de acuerdo con mi estado de ánimo, exacto, estaba lloviendo.

En un momento vi como ella dejó de respirar, llegó mi tía le gritó "Miryam" y reaccionó, sonará ilógico, pero así fue; yo solo quería llorar, pedí que todos salgan de la habitación para poder estar con ella, porque no quería que nadie me mire cuando me quiebre, a los minutos que estuve con ella comenzó a convulsionar, su cuerpo se movía demasiado y yo estaba en shock, salí por ayuda, llegaron los médicos y me sacaron de la habitación.

Me acerqué por una de las ventanas de ese espantoso 7mo piso y pasaron por mi cabeza las ideas más estúpidas y cobardes, así es, quise "salir volando" por esa ventana. Alguien vino y me sostuvo.

Salieron los médicos y nos dijeron que podíamos verla, entré a despedirme, porque mi papá no quería que mire cuando ella se vaya y porque estaba en polo a las 7 de la noche y llovía. Entré a darle un último beso, ese beso que marcó un antes y un después, nos despedimos... Para siempre.

07 de Febrero 

A los dos días a las 11 de la noche, yo estaba en mi casa, escuchando una canción en particular observando un video de ella, viendo como sonreía y al ver eso alegró mi día, hasta que llegó mi papá, fui corriendo a mi dormitorio, me hice la dormida y escuché que le pedía el hábito de mi mamá a Vero (ella me cuidaba), al instante recordé que mi mamá quería que la enterraran con su hábito, obviamente pensé lo peor, así que le mandé un texto a mi prima "dime que no es verdad, dime que mi mamá no ha muerto", lo recordé a la perfección... Ella no me contestó, así que lo di por hecho. 

La mañana siguiente mi papá entró a mi dormitorio llorando y me dijo "tu mamá ya no está con nosotros", me hice la fuerte, lo abracé y le dije que todo estaría bien, que era lo mejor para ella porque ya sufría demasiado. Él salió y me quedé sola en casa, tratando de asimilar la noticia, haciéndome la idea de que no la vería más, que no me abrazaría nunca más y que todo lo bueno que viví con ella se estaba desvaneciendo...

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